El ReciclArte 2025 convocó a diferentes estados climáticos, acompañados de sonidos provenientes de Uruguay, Argentina, Colombia y Paraguay, para retumbar el Anfiteatro José Asunción Flores.
La ciudad de San Bernardino volvió a ser testigo y actor clave en el desarrollo de otro gran espectáculo musical durante dos intensas jornadas de actuaciones maratónicas, en un anfiteatro colmado de un público que se plantó en las gradas y el césped, ya sea bajo el intenso sol o durante una intermitente lluvia.
La jornada del masivo Reciclarte, contó con una atractiva muestra de estilos que iban desde el rock más tradicional, hasta el pop más sofisticado y el folklore nacional, que sin dudas fue la cuota más asertiva en pleno festival con nombres internacionales de gran peso y valor cultural.
En el desfile de actos nacionales, Lucero Sarambí se encargó de dar inicio a los parlantes, mientras de a poco todos iban llegando a las gradas.
Los Funk’Chula aportaron la cuota funkpopera para comenzar a ambientar una fecha bien temática dirigida hacia esos estilos, en sonido y actitud, como los de La Nuestra, con un retorno triunfal al festival con sus canciones “Pegaría”, “Satélite”, “Tapar la luna” y más temas que celebran los 10 años de la banda asuncena.
Pero la cuota criolla paraguaya estuvo tejida por las cuerdas de Juan Cancio Barreto, el héroe de la guitarra folclórica nacional, que puso a bailar “El Pericón” a los jóvenes que comenzaban a colmar el recinto.
Luego inició la primera tanda internacional a través del acentuado reggae pop de Los Cafres, desde Argentina, para aromatizar la ciudad veraniega con sus himnos románticos, profundos y emotivos: “Bastará” y “Si el amor se cae”, que no faltaron en esta primavera.
Seguido a eso, el acento paraguayo retornó mediante La de Roberto, quienes arrancaron su set con su épico “Hemisferios”, que se cantó al unísono en las gradas que ya se encontraban repletas.
El acto siguió con El Kuelgue, trayendo desde Buenos Aires su fusión de funk, jazz, candombe, tango y reggae, apoyados por una fila de vientos en el escenario, para seguir la líricas de su cantante Julián Kartún.
Posteriormente, Salamandra provocó la primera danza de la lluvia, interpretando sus icónicos temas de su repertorio más clásico: “Todo en tu cabeza”, “Vamos de Gira” y el gran cierre con “Solito”, cuando las gotas ya había cedido momentáneamente.
Otro gran retorno a nuestro país fue la de una de las agrupaciones más emblemáticas del rock argentino y una de las más queridas en nuestro país, donde siempre los recibimos con cariño, porque sus canciones son eternas. Nos referimos a los Ratones Paranoicos.
La banda liderada por Juance generó el mayor momento de inhibición y de entrega de la gente, quienes bajo una intensa lluvia guardaron sus celulares, para ponerse a cantar y saltar con reliquias del rock n’ roll en español: “Rock del Gato”, “Vicio”, el ultra coreado “Sigue Girando " y el super emotivo “Para Siempre”.
Los presentas ya estaban entregados a su suerte y no les quedaba otra que disfrutar de la música bajo una intensa nube que tampoco se quiso perder el gran cierre de Babasónicos.
Se trata de una de las bandas más convocantes de la región que fue la encargada de cerrar el telón del Día 1, con canciones más reciente como “La Izquierda de la noche”, “Trinchera”, “Bye Bye” y la nueva “Advertencia”, para despedirse.
Tampoco faltaron sus sellos más representativos como la hipnótica de “Los Calientes”, el intenso “Pendejo” y el tratado metafísico que significa escuchar en vivo temas como “El Loco” de su lejano álbum bisagra ‘Jessico’ de 2001.
También sonaron las encantadoras y seductoras canciones “Risa” y “Puesto” de ‘Infame’ (2003) como los siameses “Carismático” y “Yegua” de ‘Anoche’ (2005), con las gotas cayendo para darle más épica a un show, cuyo aura de Andrán Dárgelos, nos elevó en un viaje en trance, como acostumbran situarnos los celebrados y atemporales himnos de los Babasónicos que nos vienen acompañando desde hace muchos años y nunca nos decepcionaron.
